lunes, 12 de septiembre de 2011

ANTECEDENTES HISTÓRICOS DESDE GRECIA Y ROMA


Los griegos alcanzaron el cenit de la civilización en aspectos tales como la política, el arte, la arquitectura, la literatura, la filosofía y también en la gimnástica.
Según Barrow & Brown, cualquier referencia a la civilización griega debe de tener en cuenta dos hechos. Primero que los pueblos griegos no constituían una nación única e independiente con un fuerte sentido nacionalista sino que estaba constituida por un grupo de “polis” o ciudades estado, entre las que destacaban por encima del resto las de Atenas y Esparta, con pautas y maneras de vivir bastante diferentes. Segundo que la sociedad griega era una población estratificada en la que sólo una minoría poseía el rango de ciudadano, el resto eran campesinos, extranjeros y esclavos.
En Esparta los ciudadanos eran educados para la defensa del estado lo que exigía una exaltación de la fuerza y de la robustez física para poder asegurar y garantizar de esta manera sus objetivos. Como consecuencia de ello la educación espartana sobrevaloró la importancia de la gimnástica, aunque fuera con fines manifiestamente militares.
En Atenas, el hombre no era entendido únicamente como simple defensor de posibles agresiones de pueblos enemigos sino que, en sus ideales, se contemplaban y valoraban dimensiones personales de índole espiritual, filosófica, musical y artística que configuraban como nos dice Floc'hmoan los ejes formativos del ciudadano ateniense. La gimnástica, al margen de connotaciones de tipo militar, contemplaba también propósitos y finalidades de tipo médico e higiénico.
Cabe destacar que es en la cultura griega donde aparecieron los “juegos atléticos”, grandes manifestaciones gimnásticas periódicas en honor a los dioses y que se realizaban en épocas de paz o de tregua a lo largo y ancho de la geografía helénica: Olimpo, Delfos, Corinto, Nemea, Rhodas, Atenas...
Dichos juegos incluían un variado programa de ejercicios físicos como el pentatlón, competición de cinco pruebas diferentes, la carrera, el salto con mancuernas, los lanzamientos de disco y jabalina y la lucha. También se realizaban otros tipos de actividades físicas y corporales, considerados de rango inferior por ser propios de metecos y campesinos como la danza, los bailes y juegos con esferas “esferística”, entre otros.
La herencia cultural que Roma recibe directamente de la Grecia conquistada, sobre todo a partir del siglo II a. de J.C., se manifiesta también en el ámbito de la gimnástica y de los juegos atléticos. Aunque a tenor de lo que recogen una gran mayoría de historiadores, entre los que destaca en este aspecto la obra del historiador alemán L. Friedlander, los romanos introducen ciertas características y matices diferenciales secularizando los juegos y dotando a los ejercicios físicos de un sentido mucho más lúdico. El componente médico e higiénico da paso a la diversión, el pasatiempo y el espectáculo.
El estadio es substituido por el anfiteatro, el circo y el hipódromo. Se consolidan actividades a gusto de los romanos como son la carrera de cuadrigas, los juegos de pelota, “pila”, y en especial las luchas de gladiadores que bajo la preparación del “Ianista” toman personificaciones de lo más extravagante como el “hoplomachus”, el “bestiarius”, el “secutor” y el “retiarius”. La famosa expresión latina, “pan y circo”, define toda una filosofía que no enaltece, precisamente, ninguno de los valores atribuibles a la educación.

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